Un grupo compuesto por alrededor de 500 migrantes marchó hacia el centro de la ciudad de Huixtla (Chiapas, México) tras hacer caso omiso a la Policía, que redirigía a esas personas hacia un albergue. Las autoridades mexicanas asegura que los emigrantes se comportaron de forma agresiva y los habitantes del municipio se opusieron a su entrada. Sin embargo, algunas organizaciones denuncian que los agentes impidieron el paso a esa caravana.
Las autoridades municipales del estado mexicano de Chiapas, en el sur del país, intentaron impedir que una caravana de migrantes centroamericanos accediera a la ciudad de Huixtla.
El gobierno municipal declaró el estado de emergencia y ordenó el cierre de las tiendas de la localidad después de que los migrantes, haciendo caso omiso a la prohibición de las autoridades, lograran acceder a la urbe.
Los migrantes se dirigieron al centro de la ciudad pese a que la intención del gobierno local era que se quedaran en un refugio improvisado localizado más lejos de Huixtla. Asimismo, las autoridades recomendaron a la población que se quedaran en sus casas y advirtieron que los migrantes suponían una amenaza para su seguridad.